Psicología de la instrucción: la enseñanza y el aprendizaje en la educación secundaria

César Coll (coord.)
Ed. ICE/HORSORI
Barcelona, 1999

A pesar de lo que puede parecer por su título este libro no es un manual en el que se muestre todo el catálogo de todos conocimientos acumulados por la psicología de la educación. Más bien, el libro consigue extraer los aspectos más relevantes y más conectados con el trabajo diario de los lectores a los que va dirigido: profesorado de la educación secundaria y otros profesionales que intervienen en la etapa. Los autores de los diversos capítulos que componen esta obra formulan los contenidos que tratan desde la perspectiva del aula y en su dimensión más práctica, proporcionando instrumentos de gran utilidad para la acción educativa.

En el primer capítulo César Coll utiliza la concepción constructivista del aprendizaje escolar para establecer un instrumento de observación y análisis de las prácticas educativas que ayuda a comprender y a explicarse lo que sucede en las aulas como paso previo para cualquier mejora.

En el capítulo siguiente Juan Ignacio Pozo aborda la naturaleza diversa de los contenidos del aprendizaje escolar- verbales, procedimentales y actitudinales- y su relación con el desarrollo de las capacidades que se formulan en los currículos de las distintas áreas en un capítulo que aporta claridad en un tema en torno al cual se han generado numerosas confusiones de notable repercusión, por ejemplo en las formas de enseñar o el peso que se atribuye en la evaluación a los distintos contenidos.

Carles Monereo describe en su capítulo sobre las estrategias de aprendizaje las diferencias entre éstas y las técnicas de estudio y ofrece numerosas ideas e instrumentos para que la enseñanza y la evaluación contribuyan a la formación de aprendices autónomos, capaces de dirigir y autorregular su propio aprendizaje.

Jesús Alonso Tapia analiza la repercusión de las actividades de enseñanza en la motivación de los alumnos. Este capítulo, síntesis de una abundante actividad investigadora de su autor, aporta respuestas a un conjunto de interrogantes sobre la motivación y la desmotivación, así como propuestas para lograr una mayor implicación e interés del alumnado, propuestas que afectan a las actividades que se planifican, al estilo de interacción que se establece entre profesores y alumnos, a la organización social de la tareas escolares y a la evaluación.

Precisamente de la evaluación de los aprendizajes se ocupa el capítulo en el que colaboran César Coll y Javier Onrubia. Los autores ubican este elemento en el contexto de una enseñanza adaptativa, respetuosa con las características individuales de los alumnos. Tras un análisis sobre su doble función, pedagógica y social, se aportan un conjunto de criterios que pueden hacer posible la evaluación inclusiva, esto es, una evaluación al servicio de una enseñanza que se dirige a un alumnado diverso.

El último capítulo del libro, de Concepció Gotzens, aborda los comportamientos disruptivos y los problemas de disciplina. La autora describe las funciones de la disciplina en los centros educativos, los ámbitos en los que toma cuerpo -centro y aula- y los distintos documentos en los que se concreta. Se proponen ideas y actividades específicas para prevenir los problemas de disciplina y para intervenir en ellos cuando se presentan.

Aún cuando no se encuentren respuestas a la medida de problemas particulares, de las que, por lo general, no hay que fiarse mucho, el libro no defraudará a quienes deseen encontrar elementos para analizarlos con una nueva mirada, para ensayar otras soluciones y, en términos generales, para reflexionar sobre la propia practica.