Se ha realizado una Tesis Doctoral titulada: “Fuente de estrés, síndrome de burnout y actitudes disfuncionales en Orientadores de Institutos de Enseñanza Secundaria (I.E.S). El trabajo ha sido realizado por el Dr. Jesús Carlos Rubio Jiménez psicólogo clínico y orientador del IES “San Pedro de Alcántara» (Cáceres) La finalidad de este trabajo ha sido conocer las fuentes de estrés, el grado de desgaste profesional y las actitudes y pensamientos disfuncionales en los Orientadores de Institutos. En el estudio se analizan las relaciones entre este síndrome en un grupo amplio de variables.
El estudio se ha realizado sobre una muestra de 65 sujetos que representan al 69,4% de la población de orientadores de IES de la comunidad extremeña.
Algunos de los resultados son los siguientes:
Las cuatro fuentes de estrés que ostentan mayor grado de acuerdo por los participantes son:
-. La amplitud de funciones, la diversidad de tareas, ámbitos y requerimientos que tienen que atender en su trabajo. Además de ser esta la fuente que mayor grado de acuerdo ha obtenido, también es la considerada más grave por los orientadores.
-. La deficiente concienciación del profesorado para asumir la respuesta a las necesidades educativas como una tarea propia ordinaria y no exclusiva de especialistas.
-. La inviabilidad de afrontar eficazmente todas las funciones y tareas asignadas en la normativa al orientador.
-. La precaria e ineficaz formación permanente que se les ofrece.
El 36,9 % de la muestra sufren niveles preocupantes de burnout (niveles de “extremos y bastante” burnout). También ha encontrado relaciones significativas entre el Burnout y las actitudes disfuncionales, es decir, los orientadores de I.E.S. más afectados por el burnout presentan más actitudes disfuncionales. Se constata que los sujetos más quemados laboralmente manifiestan una disfuncional necesidad de aprobación de los demás, miedo al fracaso y son excesivamente perfeccionistas.
Según el autor es necesario reivindicar la estrecha relación entre las actitudes disfuncionales y el síndrome de burnout . Los resultados apoyan los enfoques cognitivos del estrés, que acentúan la importancia de las creencias y actitudes personales, y que establecen que gran parte del estrés procede de la forma en que los individuos piensan y valoran las situaciones. El autor defiende que las terapias de corte cognitivo pueden aportar útiles herramientas de cara a la prevención y el tratamiento del burnout.